Queridos hermanos y hermanas de Europa,

Hace años, hice el Camino (antigua ruta de los peregrinos) durante dos semanas completas. Fue una experiencia fascinante. Todos los días elegía un breve pasaje de la Biblia. La mayoría de las veces, sólo un versículo. Mientras recorría muchos kilómetros, meditaba estos versos al ritmo de mi respiración mientras caminaba. A veces, mis pensamientos se desviaban; pero una y otra vez los devolvía al pasaje de la Biblia.

Algo realmente fascinante sucedió durante ese tiempo. Hasta entonces había tratado de meterme en la palabra de Dios. A veces traté de exprimirlo como un limón y me sentí frustrado porque parecía que extraía poco jugo. Pero durante esta caminata por el Camino, la palabra de Dios empezó a penetrar en mi corazón. La palabra de Dios hizo algo increíble en mí; y eso ha continuado todos estos años. He desarrollado un amor y un hambre por la palabra de Dios y mi recompensa es recibir conocimientos del Señor. A veces, estos conocimientos surgen como resultado de reflexionar sobre lo que he leído, pero más a menudo se presentan como un regalo repentino.

Así pues, es con mucho agradecimiento a los autores de los Materiales de la Semana de Oración 2021, que les recomiendo este gran recurso que se basa en los verbos: leer, vivir, compartir, invitar, pensar, experimentar, escuchar, adorar. Cuando lo leí, pensé: ¡Sí! La Biblia nos acerca a Dios, nos acerca a nuestras hermanas y hermanos, a nuestro prójimo y nos acerca a nuestra propia alma. Nos arraiga en nuestro creador y en toda su creación.

Es mi oración que como resultado de esta Semana de Oración usted se comprometa con nuevo vigor con la Palabra de Dios y que haga su obra poderosa en usted y dé el fruto que promete traer.

 

Thomas Bucher

Secretario General de la Alianza Evangélica Europea

 

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