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Comunicados

Comunicado sobre delito de odio con evangélicos en Santander

Delito de odio con evangélicos en Santander

Nos asombra el ataque realizado este 25 de diciembre a un templo evangélico en Santander, llenando sus ventanas de ratas muertas y textos de odio religioso como “Dios no murió en la cruz para alimentar a traidores como tú”, “España católica, apostólica y romana: fuera ratas protestantes y luteranas” y “Cristo, María y España. Fuera ratas protestantes y luteranas”.

En esta España nuestra a los evangélicos o protestantes ni nos asombra ni nos da temor este u otros tipos de ataque. Estamos habituados a sufrirlos históricamente tanto de un ultracatolicismo intolerante como desde las modernas “tolerancias” que impiden toda disidencia ideológica.

Por ello ni nos rasgamos las vestiduras, ni nos asustamos. Tampoco metemos en el mismo saco a creyentes católicos que nos respetan, o agnósticos o ateos con quienes compartimos la capacidad de diálogo desde las diferencias.

Pero sí nos preocupa si este hecho, por su significado y simbolismo, va a quedar relegado a indiferencia o al olvido de quienes tienen voz como referentes sociales y políticos.

¿Vivimos en una España en la que se puede insultar, ofender, abominar a quienes no piensan como tú en las creencias religiosas?

¿Es la libertad religiosa una “cenicienta” de la democracia española, donde -sean de un extremo o de otro- se puede atacar con odio público a una determinada creencia por el simple hecho de profesarla?

¿Se puede tolerar que una iglesia, que además realiza una ingente obra social reconocida y de largo recorrido, se la denigre de esta forma, con el añadido de haber elegido una fecha tan simbólica como la Navidad?

No vamos a responder odio por odio, todo lo contrario. Nos apena que se caiga tan bajo, que exista esta depravación del ser humano que lleva a estigmatizar y atacar al que no piensa como él.

Pero sí creemos que es necesario que, por una sociedad mejor, por una convivencia entre iguales-diferentes, por el respeto y la dignidad que todo ciudadano español debe tener para sí mismo y para los otros, que estos actos sean condenados, rechazados, por quienes tienen representatividad social, política y religiosa.

Así lo hacemos aquí nosotros como Alianza Evangélica Española. Representamos a nuestros país en las Alianzas Europea y Mundial; y nos gustaría poder decir que en nuestro suelo la democracia, la libertad y la justicia es para todos y para todas las áreas de la vida.