Nuestra sociedad se encuentra conmovida y sacudida por el sufrimiento de miles de personas que huyen de situaciones de guerra, de persecución por causa de sus creencias, etc. La situación sobrepasa a nuestros gobiernos que tienen dificultades para llegar a acuerdos sobre la recepción de estos solicitantes de asilo. Mientras esto ocurre miles de ciudadanos europeos están ofreciendo sus casas, yendo en ayuda de aquellos que llegan, etc.
Creemos que esta es una ocasión para que los cristianos evangélicos españoles también tengan la posibilidad de mostrar la compasión que Dios siente por “el extranjero, el pobre y la viuda”. Los cristianos, a lo largo de la historia, han estado siempre al lado de los que sufren de maneras prácticas, incluso con riesgo para sus propias vidas y propiedades. Esta disposición al sacrificio, a seguir a Jesús en el camino de negarse a uno mismo, es una característica central de la fe.
La Alianza Evangélica quiere realizar un llamamiento al pueblo evangélico de nuestro país a considerar, delante de Dios, su responsabilidad con aquellos que llegan a nuestras puertas. Esta responsabilidad, sin embargo, tiene que ser afrontada de manera que la ayuda prestada sea efectiva. Por ello, sugerimos que esta ayuda sea dirigida a través de las iglesias evangélicas a las que pertenecemos.
La ayuda a los refugiados va a ser canalizada a través de los ayuntamientos de nuestras ciudades y pueblos. La mejor manera de colaborar es que sean nuestras iglesias las que realicen un inventario de las familias dispuestas a colaborar, de los ministerios que están puestos en marcha o los que se pueden adaptar a la demanda, de los edificios y otras instalaciones que tienen, etc. A su vez, todos estos recursos se pondrán a disposición de los gobiernos locales para dar soluciones realmente efectivas y a largo plazo.
Como guía práctica hemos elaborado una serie de recomendaciones que individuos, familias e iglesias podrían considerar:
Pasos previos antes de tomar una decisión:
- Pregunta al Señor cómo quiere que uses tus dones, habilidades y recursos en este asunto tan sensible.
- Valora todo lo que eres en Cristo y lo que ha hecho por t Recuerda Su entrega y haz un inventario de tus recursos y de tus fuerzas. Piensa si podrías compartir con ellos parte de lo que tienes: dinero, tiempo, medios materiales, etc.
- Interésate por conocer las costumbres y cultura de los países de orig Hay aspectos muy específicos, como la relación entre personas de distinto sexo, que deben ser ponderados.
- Lee acerca de los traumas que traen consigo las personas que han vivido estas circunstancia
El papel de la iglesia local
- Hay ciudades que están haciendo un listado de locales disponibles para diferentes reunión Ofrezcamos los nuestros como una forma práctica de cumplir la misión de Dios.
- Hagamos un inventario de nuestros recursos humanos y materiales. Averigüemos cuáles de ellos son los que se necesitan y ayudemos con lo que nos pidan, no con lo que nosotros pensamos que necesitan.
- Inscribámonos en el registro que los ayuntamientos están llevando a cabo en las diferentes ciudades y pueblo Pensemos a largo plazo, no sólo en servir para las primeras necesidades, sino en la forma en que las iglesias podemos contribuir a la integración social de estas personas.
Si estás pensando en abrir tu casa a uno o varios refugiados te animamos a que tengas en cuenta estos consejos:
- Una vez pasada la emoción de las imágenes conmovedoras de las noticias, el camino que queda por delante será duro. Por ello, te animamos a reflexionar bien en lo que te compromete La compasión es un sentimiento que Dios pone en nuestro corazón y debemos hacerle caso, pero a la vez hemos de evitar movernos por sentimientos como la culpabilidad, la ansiedad, etc. Analiza qué es lo que te mueve a actuar.
- Comparte y consensua en lo posible la decisión con los miembros de tu familia (con los que convives y con los que tienes más cerca) de manera que sea un trabajo de equipo.
- Contacta con tu iglesia loca No lo hagas por tu cuenta ¡Qué mejor manera que servir entre ellos!
- Entiende que los plazos son muy aproximado Mejor no ceñirte al tiempo que te digan que van a estar en tu casa. Cuenta que será más.
- Puede que haya niños sin familia entre los inmigrante Una buena forma de ayudar es la acogida familiar. Considera esta posibilidad, infórmate de los requisitos y dirígete a la Consejería de Bienestar Social de tu Comunidad Autónoma.
- No intentes controlar la ayuda que d Ofrenda, da, presta y alberga sin esperar que aquellos a los que sirves tengan que comportarse de la manera que tú decides.
- Céntrate en mitigar su dolor, en secar lágrimas, en suplir necesidades, acompañar, etc.
Deja que tus manos sean las que hablen de Jesús.
Equipo de Autorización